jueves, 6 de noviembre de 2014




Un profesional graduado de la carrera de la docencia, obtiene su título con el objetivo de aspirar, y obtener un buen trabajo que le permita poner en práctica todos los conocimientos adquirido a lo largo de sus estudios, y por ello obtener un ingreso económico que le permita suplir sus necesidades.



 Sin embargo esto no puede ser posible, en muchas ocasiones debido a la falta de oportunidades laborales que existe en nuestro sistema educativo, cuando analizamos una situación de nuestra realidad, nos daremos cuenta que existen una gran cantidad de plazas disponibles, pero el problema es que hay muchos docentes con dos o más turnos, trabajando con sobre sueldo, muchos inclusos hasta ya jubilados, y sin ninguna intención de retirarse y darle paso a un nuevo docente, representando un verdadero problema no solo por negarle la oportunidad de trabajo a otro, sino por el mal trabajo que realiza a causas de su exceso de trabajo.




Síntomas, causas y consecuencias.

-El profesional de la enseñanza percibe y padece esta situación a través de los propios síntomas de estrés, que la mayoría de las veces sí son semejantes a los de “burnout”, y ambos desembocan en un absentismo intermitente e, incluso, en enfermedades laborales. Enfermedad que puede venir acompañada de fuerte irritabilidad, insomnio, vómitos, inestabilidad emocional, arritmias cardiacas, tensión nerviosa, preocupaciones excesivas, falta de energías
· La falta de disciplina por parte de los alumnos, con reiteradas faltas de respeto hacia los profesores
· El estrés y el efecto “burnout” inciden, especialmente, en aquellos profesionales que mantienen un contacto directo y permanente con las personas que son beneficiarias del propio trabajo, en concreto docentes, personal sanitario, servicios sociales... Las consecuencias del desgaste profesional de los docentes constituyen las manifestaciones clínicas que nos ocupan.



 Enfermedades de la voz.

Las enfermedades otorrinolaringológicas son la tercera causa de las bajas laborales de los profesionales de la educación.
La voz constituye el instrumento de trabajo y de comunicación imprescindible del profesorado. El uso continuado y su abuso obligado suponen un riesgo laboral importante.


Así, la afonía se convierte en una dolencia frecuente entre un profesorado obligado a elevar continuamente la voz por encima del murmullo (o griterío de las aulas). La agresión a la laringe desemboca, muy a menudo, en lesiones como los nódulos o los pólipos, que pueden precisar de intervención quirúrgica y reeducación de la voz para llegar a la recuperación del paciente.Los facultativos señalan que para frenar el deterioro del aparato foniátrico es necesario recibir una adecuada formación sobre el uso y proyección de la voz, prescindir del tabaco y bebidas alcohólicas, beber agua con frecuencia y procurar establecer un grado de temperatura y humedad ambiental adecuados, no forzar la voz..
Consecuencias conductualesAbsentismo laboral, aumento de la conducta violenta y de los comportamientos de alto riesgo (juegos de azar peligrosos, conductas suicidas, abuso de fármacos y alcohol), conflictos familiares y matrimoniales.




Soluciones del problema

-Realzar y fortalecer la consideración social de los compañeros y colegas de profesión para no sentirse aislado, así como la valoración positiva de los superiores, tales como inspectores, directores, etc.

-Realizar ejercicio físico adecuado y posible ya que, además de la mejora del riego sanguíneo, un cuerpo saludable resiste mejor el estrés.
-El docente debería de trabajar solamente un turno.

-El gobierno debería de ejercer control sobre aquellos docentes ya jubilados.

-Realización de actividades que ayuden a disminuir el grado de estrés que poseen los docentes.

-Realizar chequeos psicológicos constantemente a los docentes.

-Distribución equitativa  y organizada  de su tiempo .

-Consultas preventivas cada cierto tiempo.











Integrantes:
Juarez Ramirez Ana Maria
Pinte Delgado Eduardo Luis
Molina Quiteño Nestor Antonio
Melara ventura Joel Antonio
Chavez Hernandez Doris Margarita